Tratamiento injusto (Cartas de Alou)
En la escena donde Alou se encuentra en un nuevo pueblo después de dejar Madrid como vendedor en la calle. Buscando lugar y trabajó como costumbre Alou se encontró en un bar en el pueblo donde fue tratado injustamente por ser moreno. Fue tratado como si fuera una fantasma en la cantina. El pedía una coca cola al servidor y este le daba la espalda enfrente de las personas dentro de la cantina y ninguno de ellos les decía nada. Observaban el racismo y no reaccionaban. Alou recibía el tratamiento y se aguantaba porque era un extranjero y sabía que si fuera ser algo en esa situación no estaría en el país por mucho tiempo porque no estaba en España legalmente. Alou era un hombre decente, trabajador, amable y dedicado a lograr su sueño. Pero los hombres de la cantina no pudieron ver esos rasgos significativos de Alou especialmente el servidor ignorante porque perseguían la tradición del racismo que la mayoría de los españoles seguían en lo noventa.El segundo ejemplo de racismo se mostró en el minuto veinte y dos. Alou se encuentra a un señor que vende artículos hechos a mano en la calle y le viene consiguiendo un lugar para vivir. Cuando la dueña del domicilio estaba explicando el costo y las reglas a Alou. El vendedor decidió hablar en su idioma natal con Alou. Entonces a ella no le gusto y les dijo “aquí solo se habla cristiano”. La dueña se sentía ofendida tras no entender lo que decían y reaccionó de una manera hostil. Alou y su compatriota se quedaron callado porque no querían problemas con la persona que les daba lugar para vivir. Se encontraban en una situación dificultosa porque no tenían derechos, si querían reclamar con alguien iba ser detenidos y exportados a sus países natal. Esto era realmente la injusticia que demostraba España y el tratamiento humano era nula en esos tiempos migratorios. Notamos la fuerza de paciencia de Alou y de los otros extranjeros. ¿A lo mejor era porque no entendía el español Alou? Entonces no oía las palabras negativas que les decían al principio, pero como decía Alou después en la película con la mirada notaba que no los querían allí.
En el minuto cincuenta y seis vemos la escena donde Alou y sus compañeros de trabajo estaban descansando. Alou se levantó y les preguntó si querían una pera y al recogerla del árbol el mayordomo le dijo “oye tu moreno deja esa pera ahí”. Le dio furia a Alou y le dio golpes pequeños hasta luchar en el piso. Alou trataba de meter una pera en la boca del mayordomo por sus insultos racistas. En este momento fue cuando Alou perdió la cabeza al defenderse el mismo. Él supo que tenía que irse del pueblo porque iba a tener problemas con la ley si se quedaba. Alou debía abandonar el lugar porque defendió sus “derechos” humanos. No aguantaba el racismo que le presentaban y tomó acción en sus propias manos porque sabía que nadie lo iba ayudar en ese país.
El tema del racismo existe y a veces creo viene de vuelta como los años anteriores. Es mejor tratarnos con amor y aceptación hacia nosotros. No todos somos iguales y eso está bien porque la diversidad es lo que una la gente global. El tratamiento humano es algo en lo que tenemos que enfocarnos para lograr la igualdad en el mundo. Cartas de Alou (1990) tenía esa manera de explicar la situación con ejemplos reales.
Aquí hay un enlace a otra película dirigida por Montxo Armendáriz introduciendo el silenciamiento roto en un trailer.
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